Entrevistas

Futbolcultura

viernes, 28 de febrero de 2014

Fuera de juego de Laura Estévez.

Con “Fuera de juego”,Laura Estévez agrupa fútbol,intriga y literatura que dan como resultado una obra total.

-"Una pequeña descripción futbolculturera."
-”Quise ser portera de fútbol en un tiempo en el que los equipos femeninos eran aún poco más que una pandilla de amigas, sin posibilidad de competir y, mucho menos, de ganarse la vida con ellos. Así que decidí que, como no podría ser protagonista, lo contaría, escribiendo y en la radio. Ahora quiero contarlo todo, el fútbol, los viajes, los amores, la Historia… Ojalá pudiera vivir de la literatura, sin quitarle tiempo para pagar la hipoteca”.


-"¿Por qué el fútbol es cultura?"
-”Pensamos erróneamente que la cultura es lo culto, pero también es cultura lo cultural. Y no todo lo cultural es culto. No podríamos entender la cultura española sin la tortilla, las tapas, el vino… Sin embargo, nadie considera que una persona es culta por estar sentada en una terraza con un pincho de tortilla en una mano y una copa de vino en la otra. El fútbol es de ese tipo de cultura. A pesar de los horarios demenciales marcados por la televisión, pensamos en un partido de fútbol y automáticamente nos situamos en la tarde del domingo. Esas costumbres enraizadas y todo aquello que las rodea, como emblemas, cánticos, el sentimiento pertenencia a un grupo… son cultura. Eso no impide que, además, el fútbol esté presente también en esa “cultura culta” como escenario o personajes de libros, películas, canciones…”

-"¿Por qué escribir de fútbol?"
-”Porque tengo ambas pasiones, el fútbol y las letras. Además, el mundo del fútbol y lo que lo rodea es muy rico en situaciones y personas. Ni siquiera es necesario que la trama de una novela gire en torno al fútbol para que esté presente. En muchas historias se describe a los protagonistas por su aspecto físico, sus manías… y su equipo de fútbol. ¿Qué sería de ‘El secreto de sus ojos’ sin la pasión del malo por Racing?¿Sería ‘Torrente’ el mismo ‘Torrente’ si fuera hincha del Real Madrid que siéndolo del Atleti?”

-"Háblenos de  "Fuera de juego”
-”A una estudiante de Periodismo en prácticas le encargan la labor más ingrata para ella hasta entonces: entrevistar a la estrella del Atlético de Madrid. No entiende de fútbol ni le interesa, y le parece incluso degradante como profesional que le encomienden temas tan superficiales. Es sólo el principio de tres semanas intensas en las que, junto a él, intentará desentramar la red criminal que busca a toda costa que un equipo creado a golpe de talonario se mantenga en Primera División. Hay intriga, personajes realistas, un poco de amor y también de humor, con los increíbles malentendidos de Valeria, la protagonista, con la jerga futbolera.”

-"¿Cuál es su primer recuerdo futbolero?"
-”Tengo dos muy arraigados, que se remontan a cuando tenía tres o cuatro años. Uno de ellos era pegar los cromos de los álbumes de AS Color y completar las sopas de letras en las que aparecían Ablanedo, Butragueño, Míchel, Sanchís… y los nombres que más gracia me hacían por entonces, Gordillo y Tendillo. Y el otro, la quiniela. Mi padre rellenaba una columna, digamos, con lógica. Otra la rellenaba yo, en función de mis simpatías con los nombres. Todavía estaba aprendiendo a leer y un día me enfadé porque la semana anterior figuraba claramente Figueras y, en la que estaba rellenando, Figueres, y me sentía engañada.”

-"Recomiende un libro de  fútbol."

-”Para mí el libro de fútbol por excelencia es Fiebre en las gradas, de Nick Hornby. Curiosamente, su adaptación al cine se tituló Fuera de juego, aunque no es algo que influyera en el título de mi libro, que fue más un juego de palabras con las reglas del fútbol y cómo se sentía la protagonista en esta historia. Hornby eleva el fútbol no a cultura, sino a vida. Cada acontecimiento de su existencia tiene el recuerdo de un resultado, de una jornada con los gunners. Una obra maestra. Más actual, aunque ya con unos años, me quedo con otro grande, Eduardo Galeano, que en El fútbol a sol y a sombra utiliza un lenguaje muy diferente a Hornby, el de la pasión futbolera de Sudamérica. Otra manera de vivir el balompié, muy distinta a la inglesa, pero igual de intensa.”

http://www.popumbooks.es/products/fuera-de-juego/
-Gracias por estas letras.
-Un saludo.

lunes, 24 de febrero de 2014

Mi abuela y diez más de Ánder Izagirre.

Con “Mi abuela y diez más”,Ánder Izagirre nos salpica con pequeñas experiencias o vivencias personales en un escenario balompédico histórico donde la familia y unos colores se convierten en tu seña de identidad.
-”Pequeña descripción del autor para los lectores de futbolcultura”.
-”Ander Izagirre (San Sebastián, 1976) no quería escribir este libro. Como ciclista frustrado y como heredero moral de monsieur Comet –cuyo velódromo derribaron en 1913 para construir el estadio de Atocha–, Izagirre considera que debemos odiar el fútbol, incluida la Real Sociedad. Sin embargo, acude a Anoeta cada quince días y allí sufre y se alegra con una intensidad que le avergüenza un poco. Así que decidió escribirlo para intentar explicarse a partir del primer recuerdo de su vida (una explosión de gritos, saltos y abrazos en casa de sus abuelos: el gol de Zamora), para recoger las historias asombrosas de su familia que una noche de insomnio emergieron de Atocha –ese cementerio indio txuri urdin, a cuatrocientos metros de su casa– y para fingirse triste y guapo como Schutz en la derrota”.

-”Por qué el fútbol es cultura”.
-”No sé si el fútbol es cultura. Lo que me interesa es que el fútbol es una fuente de historias, en mi caso la Real Sociedad es una fuente de historias que no son solo deportivas, sino que hablan de mi familia, de mi ciudad, de mi entorno, que hablan de pequeñas historias de mi vida.  El fútbol da historias que no interesan solo al periodismo deportivo. Es buena materia prima para el periodismo y la literatura, esa es la parte que me interesa”.

-”Por qué escribir de fútbol”.
-”Porque es un tema muy presente. El peso que tiene hoy el fútbol te parecerá maravilloso o insoportable, pero es un tema.  A mí me interesa porque el fútbol es el hilo de algunas historias que compartimos en mi casa y en mi ciudad, un extraño fenómeno que es capaz de sintonizar el estado de ánimo de miles de personas a la vez, de alegrarnos o enfadarnos a miles de personas completamente distintas, y además por una cuestión que no afecta a nada importante en nuestra vida”.

-”Háblenos de Mi abuela y diez más.
-”Es una historia de la Real Sociedad, pero de una Real Sociedad con una alineación un poco distinta: en el once titular del libro están mis abuelas, estoy yo mismo con seis años, saltando al campo de Atocha con un trapo de cocina blanco y azul, está mi tío abuelo que lanzaba cohetes desde el estadio para anunciar los goles a los pescadores que trabajaban en la mar, está mi padre interrumpiendo a Valdano y Míchel, está ‘Bixio’ Górriz pegando el peor tiro de su vida pero el mejor pase de la historia, con el que ganamos la primera Liga…”

Fotografía extraída de as.com
-”Tu primer recuerdo futbolero”.
-”El primer recuerdo de mi vida es en el salón de casa de mis abuelos. Yo tenía cinco años. Mis abuelos, mis padres y mis tíos empezaron a chillar, a saltar, a llorar, a abrazarse, alguien me levantó en brazos por los aires.  Era el 26 de abril de 1981, Górriz le había pegado fatal al balón, lo había recogido Zamora y había chutado a las redes.  Era el último minuto del último partido de la Liga de 1981, la Real ganó su primera Liga y aquella locura de mi familia fue el primer recuerdo sólido que se grabó en mi vida”.

-”Recomiende un libro de fútbol”.
‘Una cuestión de fe’, de Enric González, sobre el Espanyol.  Y una curiosidad: “Fútbol y cine”. Su autor es Carlos Marañón, hijo del “odiado Marañón”, el delantero precisamente del Espanyol que marcó el 0-1 en la penúltima jornada de aquella Liga de 1981 y casi nos deja sin título.

-”Gracias por estas letras”.
Editado por Libros del K.O.

-”Saludos.  

lunes, 17 de febrero de 2014

Una insolencia de Marcos Abal.

Con ”Una insolencia”,Marcos Abal estructura sus valores futbolísticos dándole sólidos cimientos desde niño acudiendo al estadio donde sus ídolos desarrollan esa mundana profesión de futbolista.

-”Pequeña descripción del autor.”
-”Marcos Abal ha colaborado en varias publicaciones digitales y en papel, como la revista Clarín o Jot Down Magazine entre otras. Escribe un blog más o menos literario desde el año 2006 (http://camabarca.blogspot.com/). Actualmente vive en Santiago de Compostela y dejará de ver fútbol el día que se vaya a vivir a una cabaña como un ermitaño o cuando todos los equipos jueguen como la Grecia que ganó la Eurocopa 2004.”

-”¿Por qué el fútbol es cultura?”
-”Me gusta el fútbol y supongo que en muchos países europeos y sudamericanos se ha convertido en un modo de vida para millones de personas. De ahí a considerarlo cultura, no sé. Aunque entiendo que su omnipresencia haya modelado nuestra forma de ver el mundo. Es prácticamente imposible no enterarse de a quién le han dado el Balón de oro o si a Bale le duele un testículo o una rodilla. Siempre me ha llamado mucho la atención que un deporte que requiere tanta paciencia (como jugador y como espectador) se haya convertido en el fenómeno de masas que es. Que esos noventa minutos de tanteos, pases, interrupciones del juego, ataques frustrados y defensas infranqueables (con algún gol ocasional, claro) mantenga a millones de personas atentos como si sus vidas dependiese de lo que pase en ese terreno de juego no me lo explico. Pero sí, se podría decir que es un deporte noble y difícil del que, efectivamente, como decía Camus, puede uno aprender grandes cosas. Para empezar, no está mal que once personas se pongan de acuerdo y actúen conjuntamente para lograr un objetivo.”

-”¿Por qué escribir de fútbol?”
-”Supongo que está un poco de moda en el panorama editorial. Es como si se hubiera abierto la veda. O también puede ser que esa aparente incompatibilidad entre aficionado futbolero y lectura haya pasado a la historia. Quizá el movimiento esté en ambos lados; así, es posible que se haya producido un acercamiento del aficionado medio a los libros (la industria editorial no deja de hacer guiños al no lector intentando conquistar una parcela nueva de mercado) y al mismo tiempo vemos que el fútbol ha dejado de ser un tema tabú entre los intelectuales y gente más o menos alfabetizada. Algunos de los mejores escritores y articulistas de hoy escriben con frecuencia de fútbol sin pudor alguno.”

-”Háblenos de
 "Una insolencia"
-”Forma parte de una colección más literaria que periodística, diría yo, de libros breves sobre la iniciación del autor como aficionado a un equipo de fútbol. El tono es autobiográfico, y es lo bueno. Son unas confesiones de infancia y fútbol. Una insolencia tiene de fondo al Barça. Empiezo con Maradona, pues abro los ojos al fútbol cuando Maradona, al que admiraba de crío como un dios, corre tras alguien del Athletic de Bilbao cuando ya ha acabado un partido para clavarle los tacos en la espalda. Era la famosa final de Copa del rey de 1984 en la que el Barça perdió y Maradona acabó en el Nápoles. Maradona y Schuster juntos, ahí estaban, vaya dos. Del otro lado recuerdo un grupo de leñeros que acabaron ganando. La verdad es no tengo grandes recuerdos futbolísticos del Barça hasta bastante tarde; el Dream Team, digamos, borró todos los recuerdos anteriores. A Cruyff nunca llegué a verlo jugar (mi padre me habló de él, a pesar de ser del Madrid). Para mí es sobre todo el mejor entrenador que ha tenido el Barça, junto a Guardiola, aunque no habría Guardiola sin Cruyff. En el librito se trata todo esto con esa intimidad del recuerdo infantil, y al mismo tiempo sin volar demasiado. Para meter las manos en material tan lírico como es la infancia es mejor no perder pie. El libro ha gustado a algunos amigos, lo que no es decir mucho, y creo que a algún que otro desconocido.”

-”¿Cuál es su primer recuerdo futbolero?”
-”Maradona aparte, o más allá del fútbol televisado, que me aburría mucho de pequeño (recuerdo salir a la calle durante la final del Mundial del 82 y estar solo, rascando el musgo de un muro), el fútbol era el estadio de mi ciudad, en Pontevedra. Mi padre me llevaba y me dejaba en la grada semivacía, que corría de un lado a otro como un idiota sin cansarme. Muy de vez en cuando caía el balón en la grada haciendo un ruido tremendo; el balón me parecía grandísimo y pesado. Casi siempre se me adelantaba algún que otro viejo vestido de luto apolillado que corría tras el balón como si se hubiese vuelto loco. Rápidamente lo echaba al campo, agitado, y volvía a su puro. Se alternaba mucho la calada al puro con el insulto a gritos. No era precisamente el diálogo socrático lo que se practicaba allí. Pero hasta en el insulto y la desesperación rabiosa había cierto cachondeo, y los paisanos se iban alternando, y si uno se levantaba con los brazos en alto rojo de ira y berreando como un animal siempre había dos o tres que le hacían coro y el griterío se extendía por la grada, pero quedaban como de guardia otros dos o tres que se tomaban a pitorreo la injusticia denunciada, como si quisiesen llevar la contraria a todo el mundo. De vez en cuando dos, a bastante distancia uno de otro, se enzarzaban en una discusión y toda la grada desatendía el partido para no perder detalle de los airados. Tanto jaleo a mi alrededor me convirtió en un tipo muy silencioso, casi meditabundo, al ver un partido. Asocio la contención, e incluso casi la indiferencia, o aparente indiferencia, con la victoria de mi equipo, y el braceo y alarido histérico ante una ocasión fallada o una falta injusta con la derrota. Es como si hubiese un dios castigador que va viendo quién maldice más y quién se muestra más estoico. Pla, que sabría de fútbol tanto como yo, es decir, muy poco, escribía en un artículo sobre fútbol (uno de los pocos que escribió sobre el tema, seguramente) que no entendía ese griterío de los estadios, y que él contemplaba el partido en riguroso silencio, “como si lo hiciera desde otro planeta”. Es el mismo artículo en el que se lamentaba de la falta de pericia de los futbolistas del momento para usar los dedos de la mano de forma invisible para el contrario y para el árbitro y de “la tendencia que tienen los porteros a parar la pelota fuera de la puerta”, y no dentro o casi dentro. Echaba de menos Pla la prestidigitación y la magia en el fútbol. Es un artículo, desde el punto de vista futbolístico, surrealista y hasta absurdo. Puede que sea lo más surrealista que escribió Pla en su larga carrera como escritor. Aunque, bien pensado, no iba tan desencaminado; si levantase la cabeza vería que prestidigitación y magia hay de sobra hoy en día, sobre todo en los despachos de sus dirigentes”.

-”Recomiende un libro de  fútbol”.
-”Me gusta mucho Salvajes y sentimentales de Javier Marías, una recopilación de artículos de fútbol. Es madridista, no me importa, se leen sus artículos con mucho gusto. Escribiendo, además, es poco hooligan, lo cual es de agradecer; para eso ya está la taberna, incluso la caverna, o la central lechera, como decía Guardiola. Es que ese madridismo de ultrasur, entre rabioso y analfabeto, que ha ido impregnando algún periódico, no sé si es un madridismo menos legítimo o tradicional, pero sin duda tiene menos gracia. Prefiero el madridismo señorito y pijo, de Chamberí, de Marías. Me gustan también mucho los artículos de Vila-Matas sobre fútbol, sobre el Barça. Así como me cae mejor ese madridismo de público de zarzuela, fino y antojadizo, tampoco me espanta esa supuesta afinidad independentista del Barça. Siempre se ha utilizado el fútbol para conquistar corazones; a dónde no llega la razón llegan los goles.
La verdad es que no leo muchos libros sobre fútbol. Recomiendo los de la editorial Libros del KO, claro. Más que por me hayan editado a mí (soy como ese espontáneo de las corridas de toros que con un capote salta al ruedo) porque el nivel de esos libritos es muy alto. Un logro de los editores por haber convencido a esos monstruos”.

"Una insolencia" de Marcos Abal de libros del k.o.
(@librosdelko ; librosdelko.com)
-”Gracias por estas letras.”
-”Un saludo y gracias.

lunes, 10 de febrero de 2014

El siglo del pensamiento mágico de Ignacio Martínez de Pisón

Con “El siglo del pensamiento mágico”, Ignacio Martínez de Pisón y que lugar hay que darle en la vida a los milagros donde lógica y realidad se dan la mano para, en ocasiones, estos sean vividos.


-”Pequeña descripción del autor”.

-”Desde que publiqué mi primera novela con veintitrés años, mi vida ha consistido en publicar un libro nuevo cada pocos años. Y ya han pasado treinta desde aquel primer libro…”


-”¿Por qué el fútbol es cultura?”

-”El fútbol no es cultura, como tampoco lo son los toros o el boxeo.
Pero en torno a cualquiera de esas actividades se ha generado mucha y muy buena cultura. Como dicen de la política, el fútbol es la continuación de la guerra por otros medios. Afortunadamente, por medios pacíficos”.


-”¿Por qué escribir de fútbol?”

-”¿Y por qué no? A mí me gusta que la literatura se construya con los mismos materiales de los que está hecha la vida. Y el fútbol forma parte de esos materiales”.


-”Háblenos de "El siglo del pensamiento mágico"

-”Es algo así como mi pequeña biografía zaragocista. Lo que Nick Hornby hizo en cuatrocientas páginas con el Arsenal lo hice yo en cuarenta con el Zaragoza.Lo escribí a finales de 2012. El Zaragoza acababa de ganar al Athletic de Bilbao en San Mamés y parecía evidente que esa temporada no íbamos a pasar apuros para conservar la categoría. Justo ahí empezó una racha lamentable y el equipo no sólo bajó sino que acabó último. Pero yo hasta mantuve el final la esperanza de un milagro: en eso precisamente consiste el pensamiento mágico, que abole las reglas de la lógica y la realidad”.


-”¿Cuál es su primer recuerdo futbolero?”

-”Un partido de fútbol del Logroñés en tercera división al que me llevó
mi padre. Se jugaba en el viejo campo de Las Gaunas, que estaba muy
cerca del colegio al que yo y mis hermanos fuimos mientras vivimos en
Logroño. Recuerdo que, cuando ya el partido estaba terminando, un
jugador del Logroñés se cayó y a mí me indignó que el árbitro no
pitara falta. Luego mi padre me dijo que el jugador se había tirado.
Nunca antes se me había ocurrido que en el fútbol, que tendría que
regirse por las leyes de la deportividad, un jugador se tirara al
césped para fingir una falta”.

-”Recomiende un libro de  fútbol”.

-"Saber perder", la novela de David Trueba. 
Son también muy buenos los "Cuentos de fútbol" de Osvaldo Soriano, que reviven la vieja épica de los campos de piedras y barro”.

Xavi Aguado junto al autor el día
de la presentación del libro en Zaragoza.
Edita "Libros del k.o."
-”Gracias por estas letras”.

-”Un saludo cordial".

martes, 4 de febrero de 2014

Yo me voy al Manzanares de Julio Ruiz.

Con “Yo me voy al Manzanares”, Julio Ruiz comprime en tres generaciones una pasión que unzip en mano se repite semana tras semana.

-”Pequeña descripción del autor para ir abriendo boca”.
-”Soy periodista, una de las primeras promociones de la Facultad de Ciencias de la Información (cuando ni siquiera teníamos casa propia). He trabajado o trabajo en prensa escrita (firmando y editando a los demás), radio y televisión (guionista), aunque mi ocupación de toda la vida (durante muuuchos años apenas un hobbie y desde hace relativamente poco mi modus vivendi) ha sido el programa "Disco Grande" que lleva 42 años en antena. Pero también le he dado al balón (periodista deportivo en MARCA y ¡ojo! nadie supo de qué pie cojeaba futbolísticamente hablando) y he cortado líneas y puesto titulares y...(ejem)..corrigiendo faltas de ortografía incluso en una mesa de redacción. Este librillo de "Yo me voy al Manzanares" es mi primera ¿obra?”.


-”¿Por qué el fútbol es cultura?”

-”Porque más allá de la peligrosa cuesta abajo que ha tomado el periodismo deportivo (el más cutre, el de la tercera división) al que margino adrede, el futbol en mayúsculas lleva adherido toque cultural y social. Yo (y aquí sale mi lado salvaje de hincha acérrimo) tengo en mi santoral a mucho ídolo al que "inciensar" (si es que existe esa palabra) y algún rufián (se dice el pecado, pero no el pecador) al que detestar”.


-”¿Por qué escribir de fútbol?”

- “En realidad ha sido...volver a escribir de fútbol porque en las páginas de MARCA desde mediados de los 70´s al inicio de los 90´s hay un buen montón de crónicas (a las que me gustaba dar un toque distinto como otros compañeros de la época) y entrevistas. Lo de "Yo me voy al Manzanares" ha sido novelar-fabular-autobiografiar sobre mi equipo favorito (medio siglo enamorado de esos colores). Me encantó cuando me lo propusieron desde Libros del k.o.”.


-”Háblenos de “Yo me voy al Manzanares”.

-”Tres generaciones y tres personajes que riman con otros tantos momentos gloriosos de nuestra historia son los protagonistas de la historia. Lamentablemente como no paramos de ganar copas (tres...que se dice pronto (otra Europa League, otra Supercopa y una Copa del Rey en terreno enemigo) desde que hice la segunda edición se nos está quedando viejas las últimas páginas. Ah! Y con música incorporada. Sale una play-list muy resultona con la recomendación de cada final de capítulo”.


-¿Cual es su primer recuerdo futbolero?”

-”Con mi tío Gregorio llevándome cuesta abajo de la Avenida Reina Victoria para llegar al Metropolitano y ver a ese Atleti (años 60´s) de una delantera tan maravillosa como Jones-Adelardo-Mendoza-Peiró y Collar”.


-”Recomiende un libro de fútbol”.

-”No soy nada original, pero es que "Fever pitch" de Hornby retrata actitudes tan elocuentes que... (yo también soy de los que miran el calendario a ver qué partido hay del Atleti -sobre todo en casa- antes de programar mi agenda)... y la obra de Simon Kuper que ahora cumple 20 años ("Fútbol contra el enemigo"...ya que hablamos de comportamientos sociales o anti-sociales)”.


-”Gracias por estas letras”.

- “Siempre es para mí un placer hablar de fútbol... no en vano, mientras mi hobby era "Disco Grande", fueron trece años ganándome el jornal como periodista deportivo (75 al 89 casi)...